Nunca conocí la ingenuidad
hasta que entraste en mi mente con empeño.
Ni cuando niño fui niño,
y contigo me descubro pequeño:
desconcertado y curioso,
buscando la naturaleza de estos dos focos
que son tus ojos, que me despiertan
y me muestran un sueño que aún no conozco.
Tu voz me hace escuchar
tu risa me inspira a parar
el torbellino de mi mente
para apreciar la vida en su verdadero ritmo.
No sé quién eres
pero aquí me tienes.
En silencio
por no prender fuego.
Sin andar
por no resbalar hasta tu pecho.
No soy yo, y así soy yo:
el que cuando te ve pierde la razón,
el que siente esas cuerdas
tirando de su corazón.
Ya no puedo estar derecho, y sólo quiero
recorrer contigo un buen trecho.
No pensar en la hora de volver a casa;
No pensar en la hora de volver a casa;
tal vez no tenga capital para pagar la tasa.
Reinventaste mis cimientos en segundos,
derrumbaste todo lo que construí en decenios;
Ni cuando niño fui niño,
y contigo me descubro pequeño.
Y aunque no sepas quién soy,
sé que es lo correcto.
Y aunque nunca seamos nada,
tú me das el mundo entero.
Y no lo sabes,
no lo sabes.
Y no lo sabes,
no lo sabes.
Que contigo yo quiero,
quiero
y te quiero.
quiero
y te quiero.
