jueves, 5 de enero de 2017

puentes

Tantos años saltando de puentes,
haciendo mío el valor.
Mirándole a los ojos,
y sintiendo el vértigo de esta vida.

Tantos saltos al vacío,
tantos vuelos fallidos,
sin embargo hubo puentes
puentes nuevos que despertaban 
mi mente y mi vilo.

Tantos descubrimientos,
no amargos pero sí insulsos.
Tras los puentes no había nada:
aquél vacío, una ilusión. 
Mi valor, un escudo.

Escudo ante la nada, 
excusa para un mañana.
Pues bajo mis puentes, el vacío no era vacío
sólo un suelo más, de otro puente vacío.

¿Quién sabe hoy saltar?
Si un corazón, con armadura para un gran cambio
salta a lo indecible y no recibe nada a cambio.
Si cada apuesta por respirar
no nos cuenta una nueva historia que contar.
Si cada oración por que exista un nuevo mundo allá abajo
sólo nos devuelve el suelo frío del intento frustrado.

Yo todavía sé saltar.
Yo todavía sé saltar.
Pero ya no encuentro puentes, 
puentes de los que despegar.