Bienvenidos seáis todos
al funeral de mis sentimientos.
Pasen los miedos
las fobias
y los temores.
Pasen los traumas
la desesperación
y los temblores.
Esta vez los recibiré con mano amable
les acompañaré a su ataúd
y desearé que en paz descansen.
Y sólo quedo yo.
Yo y el cielo.
Yo y las nubes,
yo y la luz.
Yo y mis ojos húmedos.
Bienvenidos seáis todos
al funeral de mis sentimientos.
Porque he visto ponerse la luz del mundo
y he vivido
para sentir en mis pulmones
el calor de un nuevo sol.